El investigador de la ULPGC Aridane González participa en un trabajo de investigación fruto de dos campañas oceanográficas en el Ártico

15 Abr 2020
  • Los investigadores estimaron el transporte de la corriente de deriva y revelan que hay un transporte lateral muy importante que introduce material hacia el Ártico Central y potencialmente hacia el Atlántico Norte
  • Bajo un escenario de cambio climático, pueden entrar concentraciones importantes de compuestos químicos hacia el Atlántico Norte. Esto afectaría a todo el planeta dada la circulación global océanica

 

El investigador de la ULPGC Aridane González, miembro del Grupo Quima de Química Marina del Instituto de Oceanografía y Cambio Global (Iocag), ha participado durante su etapa postdoctoral en la Universidad de Brest (Francia) en dos campañas oceanográficas lideradas por el investigador Mattew Charette (EEUU), realizadas en el Ártico en 2015, que han dado lugar a un artículo de investigación titulado en español ‘La corriente de deriva transpolar como fuente de elementos traza con origen fluvial y continental hacia el Océano Ártico Central’.

En este trabajo, en el que participan un gran número de investigadores de diferentes países, se analizan los resultados de las campañas oceanográficas en relación con la corriente de Deriva Transpolar (Transporlar Dritf - TPD, en inglés), una de las principales características de la circulación superficial del Océano Ártico.

En las mismas se realizaron una gran variedad de análisis, desde metales traza, compuestos orgánicos, carbono inorgánico, isótopos, etc. Los metales disueltos como Hierro, Cobalto, Níquel, Cobre, Mercurio, y Torio son generalmente reactivos pero también pueden encontrarse complejados con la materia orgánica, la cual se encontró en niveles muy altos en el Polo Norte. Esta materia orgánica proviene de ríos, que se mezcla y se transporta en superficie hasta el Ártico central a lo largo de más de mil kilómetros desde la fuente original.

Los investigadores participantes en el estudio estimaron el transporte de la corriente de deriva y así revelan que hay un transporte lateral muy importante que introduce material hacia el Ártico Central y potencialmente hacia el Atlántico Norte, a través del Estrecho de Fram entre Groenlandia y Svalbard. En condiciones de intensificación del ciclo hidrológico del Ártico y la degradación del Permafrost, la capa de suelo permanentemente congelado, posiblemente se incremente el flujo de elementos traza e isótopos al Océano Ártico.

Por tanto, este estudio demuestra que, bajo un escenario de cambio climático, pueden entrar concentraciones importantes de compuestos químicos hacia el Atlántico Norte. Esto afectaría a todo el planeta dada la circulación global océanica.

En el año 2015, el programa internacional GEOTRACES desarrolló un gran esfuerzo internacional a bordo de dos buques oceanográficos, el USCGC Healy y el R/V Polarstern. Este estudio fue financiado por Estados Unidos, Francia, Suecia, Holanda y Dinamarca. Los resultados de ese trabajo han sido publicados recientemente en la revista. En esta campaña oceanográfica, a bordo del R/V Polarstern, y en el trabajo de investigación, ha participado el Dr. Aridane González (QUIMA-IOCAG), en aquel momento investigador postdoctoral del programa LabexMer (Francia).

Este trabajo de investigación ha sido publicado en la revista internacional ‘Journal of Geophysical Research: Oceans’, que es una revista de primer orden en el área de la oceanografía.