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Presentación de la denominación de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Dieta Mediterránea en la ULPGC

19/11/2010
El Catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y Presidente de la Fundación Dieta Mediterránea, Luis Serra Majem, presentó públicamente en el Edificio de Ciencias de la Salud de la ULPGGC, la denominación de 'Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad' de la Dieta Mediterránea.
Esta candidatura, presentada por España, Grecia, Italia y Marruecos, fue promovida por la Fundación Dieta Mediterránea, quien también efectuó los trabajos técnicos y de coordinación transnacional.
Este proyecto ha sido liderado en España por los Ministerios de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino y el de Cultura, y ha contado con el apoyo de Comunidades Autónomas y de muchos ayuntamientos españoles.
¿Qué es la Dieta Mediterránea?
La Dieta Mediterránea -proviene del Griego diaita, que significa estilo de vida- es una práctica social basada en un conjunto de conocimientos y tradiciones que van del paisaje a la cocina, y que, en la cuenca mediterránea, concierne a la agricultura, la pesca, la conservación, la preparación (cocina) y, particularmente, el consumo.
Este conjunto está asociado tanto a la vida diaria como a las fiestas y las celebraciones y también al calendario estacional, marcado por la naturaleza y los signos religiosos. La Dieta Mediterránea asegura importantes funciones culturales y sociales:
Congregar a la gente y estrechar lazos sociales
Comer juntos es un ritual que garantiza la preservación de una identidad y continuidad social y cultural de las comunidades y sus individuos, sobretodo porque es un momento de intercambio social y de comunicación. Como dice Plutarco en su obra Vidas paralelas: Los hombres se invitan no para comer y beber, sino para comer y beber juntos. La sobremesa, por ejemplo, sigue siendo hoy en día una manera de reconstruir tanto la familia o la comunidad, como sus valores y su historia.
Conservación del paisaje, los recursos naturales y las actividades tradicionales
Los paisajes mediterráneos dicen mucho de su cocina, pero también muestran una sabiduría milenaria siembre aplicada al manejo sostenible de los recursos naturales, al uso tradicional del agua y a la preservación de las especies. La Dieta Mediterránea, un sistema arraigado al respeto por el territorio, asegura la conservación y el desarrollo de actividades y oficios tradicionales garantizando el balance entre territorio y población.
Contribuir al bienestar, tanto físico como emocional, y a la creatividad
La Dieta Mediterránea se reconoce hoy como una herencia que ofrece importantes beneficios para la salud y la calidad de vida. Ésta ofrece un modelo nutricional enriquecido por diferentes culturas que se ha mantenido intacto durante siglos. Aceite de oliva, grano y derivados, fruta fresca y vegetales, nueces, y en menor medida, pescado y carne, con una esencial presencia de especias y condimentos. También incluye un consumo moderado de vino o te durante las comidas, siempre respetando las creencias religiosas. Pero es en la elaboración de platos que, por sus ingredientes, requieren una preparación minuciosa y creativa, donde aparece la dimensión estética, la belleza de la comida.
Intercambio intercultural e intergeneracional
Durante la preparación de las comidas, las generaciones más antiguas transmiten a las nuevas generaciones el conocimiento y la experiencia que caracterizan la Dieta Mediterránea, dando lugar así a un diálogo intergeneracional. También la Dieta Mediterránea es un espacio privilegiado intangible de diálogo intercultural, de cercanía y en el que compartir. Es un punto de encuentro de vecindad y de particularidades.