La “inteligencia motivacional” potencia el aprendizaje de idiomas, según un estudio de la ULPGC

27 Ago 2025

Se trata de habilidades que las personas pueden desarrollar de forma activa y que desencadenan una actitud positiva

Aplicar la “inteligencia motivacional” es una palanca que mejora y potencia el aprendizaje de idiomas, según un estudio impulsado por la ULPGC. Esta inteligencia motivacional se define como un conjunto de habilidades que se pueden aprender y desarrollar activamente y que permiten autorregular el proceso de aprendizaje y crecimiento a lo largo de la vida. Estas estrategias combinan una mentalidad de crecimiento con la capacidad de visualizarse en el futuro habiendo alcanzado metas significativas para el aprendiente y su entorno, lo que se refleja en una alta motivación, incluso en momentos difíciles. 

Tres elementos son clave en la inteligencia motivacional. En primer lugar, lo que se conoce como el ‘capital de vida’, el reconocimiento de las fortalezas, experiencias y recursos y de cómo éstas influyen en la identidad y la personalidad. Después, la visión de futuro, es decir, la capacidad de visualizarse a uno mismo habiendo alcanzado metas y empleando las habilidades y el idioma que se está aprendiendo en situaciones relevantes para nosotros mismos y para la sociedad. Por último, se cita la mentalidad de crecimiento, entendida como la convicción de que, mediante el esfuerzo, las estrategias adecuadas y la orientación experta, los desafíos pueden transformarse en oportunidades de aprendizaje.

Los y las estudiantes que participaron en el estudio compartieron experiencias difíciles que les llevaron a ponerse en duda a sí mismos, pero el uso de la inteligencia motivacional les ayudó a superar creencias limitantes y a mejorar su desempeño en el aprendizaje de idiomas. Los participantes se imaginaron a sí mismos como individuos con múltiples identidades capaces de generar un impacto positivo en la sociedad. Por ello, este estudio destaca por incorporar de forma innovadora las ideas de la sabiduría, y la identidad personal, más allá del rol de “estudiante de idiomas”.

Esta investigación, que se enmarca en la alianza ERUA a la que pertenece la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, se presentó el pasado mes de julio en el evento internacional FOLLM 2025 (Forum on Language Learning Motivation), presentado por el Dr. Sal Consoli, que acuñó el concepto de ‘capital de vida’, y contó con la participación de la destacada investigadora Ema Ushioda (Universidad de Warwick) como comentarista. El estudio ha sido recogido por la revista científica Tesol Quarterly, especializada en el campo de la Lingüística Aplicada.

Firman este trabajo las profesoras Bianca Manuela Sandu y Soraya García Sánchez por parte de la ULPGC, y Mégane Lesuisse, de la Université Paris 8. Las autoras señalan que “la inteligencia motivacional no es una receta única para todos/as”, sino que debe adaptarse al contexto, capital de vida e identidad de cada estudiante. Este enfoque personalizado la convierte en una herramienta poderosa para apoyar al alumnado, y “abre la posibilidad de derribar las barreras de aprendizaje y de fomentar un entorno educativo más inclusivo y dinámico”. ¿Lo mejor? La inteligencia motivacional se puede entrenar.