Berta Paz Lourido, en el Congreso de Aprendizaje-Servicio: "Cambiar la forma de entender la docencia"

El X Congreso Nacional y IV Internacional de Aprendizaje –Servicio Universitario se ha desarrollado desde el pasado día 7 hasta hoy, viernes 9 de julio, coorganizado por las universidades de Las Palmas de Gran Canaria, La Laguna y de Educación a Distancia. Una de las invitadas ha sido Berta Paz Lourido, vicepresidenta de la Asociación de Aprendizaje-Servicio Universitario y profesora de la Universidad de llles Balears, quien explica que “el ApS no es un punto de llegada, sino de partida; es el principio desde el que se pueden hacer muchas cosas y ofrece al profesorado un abanico de posibilidades para cambiar su forma de entender la docencia y ser sensible a las necesidades sociales del ahora”.

La experta define el ApS como un enfoque pedagógico en el que se aprende a través de un servicio a la comunidad mediante proyectos equilibrados en los que la parte didáctica y la asistencial tengan el mismo peso, pues de lo contrario ya se entraría en terrenos más cercanos al voluntariado. La idea, además, es actuar no sobre problemas teóricos o futuros, sino sobre necesidades reales que se estén dando en ese preciso momento. 

El ApS no es una aproximación propia de la universidad y, de hecho, está muy extendida en Primaria y Secundara, lo cual, en opinión de esta experta, va a ser un aliciente para que se implante con más fuerza en las instituciones de educación superior: si bien al alumnado universitario actual esta modalidad formativa le puede resultar extraña y novedosa, las próximas generaciones ya vendrán con un bagaje previo en estas metodologías. “La universidad ha ido un poco a remolque, entre otras cosas porque el ámbito académico se ha vuelto tan cuadriculado que parece que no podemos salirnos de la ficha y también porque da una carga de trabajo adicional al profesorado, hay que ser sinceros”.

Pero, aun así, Paz Lourido cree que apostar por este método ayuda las universidades a mostrar a la ciudadanía su papel en la sociedad, porque reciben recursos públicos y deben mostrar su retorno. “Entonces, esto también encaja con la responsabilidad social corporativa y, además, tal y como hace este congreso, también se puede enfocar hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible”.

Pese a la rigidez normativa que afecta a las universidades públicas, en 2015 la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE) estableció claramente que la institucionalización del ApS era una prioridad y, por ello, muchos centros se han puesto en marcha y han abierto unidades dedicadas a implementar esta metodología de manera transversal, tal y como ha sucedido en la Universidad de llles Balears, que en 2017 abrió una oficina en la que la propia Paz Lourido está implicada.

“¿Institucionalizar significa que vamos a obligar a todos los profesores a hacer ApS? No: significa crear el marco para que estos enfoques pedagógicos sean reconocidos, valorados y los puedan realizar el profesorado y alumnado que así lo decida. Que sepan que tienen una universidad que les respalda y considera que el ApS es un elemento fundamental en su estrategia docente”. 

En este proceso, la formación al profesorado es fundamental porque a veces ocurre que hay docentes que creen estar desarrollando actividades de ApS pero realmente no cumplen con todas las características necesarias para que sean consideradas como tales. También es necesario visibilizar los proyectos que la comunidad universitaria desarrolla, que tienen impacto y, sin embargo, no son conocidos por la sociedad. “A nivel de grado suele liderar el proyecto el profesor, pero en posgrado muchas veces es el alumnado es que decide elegir temas que se pueden vincular al ApS. Eso para el estudiante es potentísimo porque sabe que su trabajo no se va a quedar en un cajón o, en el mejor de los casos, un artículo, y va a tener un impacto real”.

El ApS se puede desarrollar desde todas las áreas de conocimiento, pero es verdad que siempre va a ser necesario realizar adaptaciones y tener un enfoque mucho más amplio de la propia materia. “Por ejemplo, si hablamos de Economía, le pido al profesorado que no piense solo en la empresa, también hay otras entidades. Se pueden abordar proyectos para evaluar el coste de la cooperación o para ayudar a las asociaciones a hacer cuentas y auditorías, por ejemplo”.

Los primeros congresos sobre ApS comenzaron a través de una red informal de profesorado dedicado a impulsar este enfoque. Posteriormente, surgió la Asociación de Aprendizaje Servicio Universitario, que ofrece soporte legal a la hora de tener una comunicación con la administración. “Una red informal la forman las personas, pero ninguna de ellas puede ponerse como representante de nada”, explica. Paralelamente, existe también una red europea y, dentro de la española, se ha puesto en marcha un observatorio para detectar iniciativas que estén en marcha y sean de interés. 

La situación en España del ApS es buena, según la ponente. El mero hecho de que cada año se esté celebrando un congreso nacional e internacional sobre lo que no deja de ser un enfoque pedagógico muy determinado es prueba de su pujanza. “Sobre todo si tenemos en cuenta que hace diez años nadie conocía la palabra. En una década ha habido un gran avance”.