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Los vicerrectorados de Investigación de la ULPGC y la ULL identificarán las líneas más competitivas de las RUP


Los vicerrectores de Investigación de las dos universidades públicas canarias, José Pablo Suárez, de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y Francisco Almeida, de la Universidad de La Laguna, han realizado en el Foro de Rectores de las Universidades de las Regiones Ultraperiféricas, celebrado del 22 al 24 de julio en Tenerife, la presentación de las líneas de investigación más pujantes y que pueden formar parte de proyectos de investigación competitivos comunes. Consideraron que lo importante es identificar líneas que pueden tener especificidad dentro de las RUP.
El vicerrector de la ULL propuso crear un grupo de trabajo de perfil técnico para definir un discurso que convierta las desventajas geográficas en ventajas competitivas, donde las RUP pueden ofrecer contenidos propios y de valor que atraigan la atención de la Comisión Europea, para lo cual esperan contar con el apoyo del Gobierno de Canarias. Será la ULL la que lidere esta comisión, mientras que la ULPGC hará lo propio con la presidencia de la Red Unamuno, creada hace ya más de diez años y que se quiere reactivar. Todos los participantes se implicaron en la oportunidad de la revitalización de esta red, como eje estratégico para captar recursos competitivos de investigación.
La propia vicerrectora de Internacionalización de la ULL, Carmen Rubio, destacó que la red no ha explotado lo suficiente las colaboraciones y movilidades que se dan al amparo del programa Erasmus. En este punto, agregó que Europa quiere financiar en los próximos años hasta veinte consorcios para visibilizar el continente como un entorno educativo común: "Es una gran oportunidad para formar parte de estos grandes grupos de investigación.
La ULPGC se sumó a la idea de formar parte de un consorcio, y de hecho agregó que la acción Erasmus ofrece muchas más posibilidades de las que se están haciendo uso. "Tenemos ya un programa de doctorado conjunto entre varias universidades de esta red, que debería traducirse en mayor movilidad de estudiantes y de profesorado". También se dio cuenta de otras universidades ultraperiféricas que no figuran en la Red Unamuno y que quizá deberían incorporarse, como las universidades de Martinica, Nueva Caledonia o Curaçao, si bien la primera de estas tres sí fue invitada al foro. Se quiere fomentar no sólo que los estudiantes de las RUP realicen estancias en centros europeos, sino justo el sentido contrario, que los universitarios de las grandes ciudades del Viejo Continente vean como destinos interesantes estos centros académicos alejados geográficamente.
Otros ponentes alegaron que sería interesante que estos consorcios se pudieran construir entre universidades de distintos países, incluyendo centros no europeos y donde hubiera intereses comunes, lo que viene a ser la propia realidad de la Red Unamuno. También se apuntó que no debe descuidarse la enseñanza online ni los recursos en red para fortalecer la acción de este grupo de universidades.
La vicerrectora de la Universidad de Azores agregó que una de las dificultades con las que se encuentra es que los actores que forman parte de la red no se implican en el proceso: "Es fundamental que haya diversidad de espacios para que los actores puedan reunirse y utilizar las herramientas de comunicación para darnos a conocer. En Azores, en los últimos años, hemos pasado por dificultades económicas que se han ido agravando, lo que ha mermado iniciativas que eran estratégicas".
El catedrático de la ULL José Luis Rivero, experto en instituciones europeas, fue invitado a la reunión y presentó tres líneas de trabajo que fueron muy bien acogidas entre los miembros para abundar en la implicación entre universidades y el desarrollo regional, y en la necesidad de convertir a este grupo de trabajo de universidades en un 'lobby' o grupo de presión en Europa, de tal forma que se entienda la importancia diferenciadora de estos centros. La primera tiene que ver con el mercado de trabajo de los egresados, en la idea de promover un nivel de inserción mayor de los egresados en la región y que tengan su primera experiencia de trabajo en empresas continentales. Otro aspecto destacado por el catedrático fue la forma de la estructura empresarial, escasamente innovadora y con uso extensivo de la mano de obra: "Deberíamos convencer a la Unión Europea que el diseño de las políticas de I+D están pensada para núcleos empresariales continentales, muy distintos a nuestras realidades. Necesitamos programas específicos".
Por último, en las RUP siempre se ha destacado la extraordinaria biodiversidad y su potencial, pero mucho menos su patrimonio cultural. "El fomento de la relación entre patrimonio cultural y turismo daría un nuevo enfoque. Esto no ha cristalizado aún, habría que convencer a la Comisión de la relevancia de este hecho, y quizá nuestros estudios de humanidades y ciencias sociales tendrían mayor relevancia que la que actualmente tienen en la construcción de este conocimiento, que radica en las universidades".