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Laura Restrepo habla del conjunto de su obra con estudiantes en un encuentro organizado por el Cabildo de Gran Canaria y la ULPGC


Más que una fuente de inspiración explícita o un motivo recurrente, aunque sea por su sola mención en una secuencia de páginas, el célebre tríptico de El Bosco El jardín de las delicias es el núcleo medular de Pecado (Alfaguara), la colección de relatos que Laura Restrepo (Bogotá, 1950), una de las voces más sólidas y solventes de la narrativa contemporánea en español presenta el domingo 4 de junio 12.00 horas en la Carpa Macondo de la XXIX Feria del Libro de Las Palmas de Gran Canaria, en diálogo con la periodista Carmen Delia Aranda. Además la autora desarrolló hoy, viernes 2 de junio, un encuentro en la Casa Museo Pérez Galdós con estudiantes de la Universidad de las Palmas de Gran Canaria en el que habló sobre su obra en el contexto de la literatura latinoamericana.
En la Feria, la escritora latinoamericana más importante del momento, acompañada en el encuentro estudiantil por Victoria Galván, la directora de la Casa-Museo Pérez Galdós; Marina Díaz Peralta, Directora de Comunicación del Vicerrectorado de Comunicación y Proyección Social de la ULPGC; y María del Carmen Martín Marichal, Directora de la Biblioteca de la ULPGC, avanzó que hablará el domingo de los protagonistas de su libro: Las Susanas, tres altivas y vanidosas hermanas en un paraíso asediado por la tentación carnal; el incesto, como consumación de un ansiado reencuentro entre un padre y una hija que apenas se conocen; un adolescente de barrio marginal que se hace llamar Arcángel sólo para derramar sangre ajena; un virtuoso ejecutivo que prueba las agridulces mieles del adulterio al filo de la vejez; un metódico sicario que vive como un monje, cuyo apodo, La Viuda, le viene de su afilada herramienta de trabajo; El Siriaco, un santo anacoreta encaramado en la columna de su propia soberbia, y Emma, una descuartizadora que purga condena sin conocer la redención ni el arrepentimiento.
Siete historias de transgresión no necesariamente ligadas a los siete pecados capitales, los relatos que integran Pecado están enhebrados con pericia por Laura Restrepo a través del hilo conductor de la pintura de El Bosco, como si los personajes y las situaciones representados en ella abandonaran el lienzo para convertirse en seres fieramente humanos.
Con Pecado, la consagrada autora colombiana, traducida a más de veinte lenguas, propone un inquietante viaje a los infiernos, que no están en otra parte que en la superficie cotidiana de la vida. Cada pecador queda librado a su propia suerte. Como está también el lector, en el que recae el reto moral de condenarlos o indultarlos a ellos. Y por supuesto a sí mismo.
Un día antes de la intervención de Restrepo, el sábado 3 de junio a las 12.30 horas la Feria recibe a Carmen Posadas (Montevideo, 1953), que presentará junto a Marina Díaz Peralta, Directora de Comunicación de la ULPGC, su novela La hija de Cayetana (Espasa). En este nuevo volumen, Posadas narra una historia tan sorprendente como poco conocida: Cayetana de Alba, una de las mujeres más poderosas de finales del siglo XVIII y principios del XIX, adoptó como su única hija a una niña de raza negra, María de la Luz, a la que otorgó testamento pero de quien no se sabe prácticamente nada. A partir de esta situación, la autora recrea la vida en la corte de Carlos IVy en la España de finales del XVIII. Cayetana de Albaera la estrella más rutilante de aquel período, protagonista y víctima a la vez de una vida excesiva.
La literatura es un viaje en sí, imaginario, que a veces habla de viajes reales, como ocurre con Una viajera por Asia Central. Lo que queda del mundo (Universidad de Barcelona) el libro que fue presentado por su autora Patricia Almarcegui en compañía del antropólogo y escritor José Luis González Ruano. En 2007, Almarcegui, especialista en orientalismo y teoría del viaje, recorrió sola Uzbekistán y Kirguistán durante dos meses. Taskent, Samarcanda, Bujara, Jiva, Fergana, Osh, Biskek, Karakol…, nombres mágicos que invitan a proyectar sueños y deseos, además de evocar muchas otras cosas. Antes fueron Marruecos, Egipto, Siria, Líbano, Jordania, Túnez, Yemen e Irán. Durante años recorrió una línea imaginaria formada por los países de mayoría musulmana, para comprobar hasta qué punto los estereotipos forjados en torno a ellos coincidían con la realidad. Así, entre viajes y experiencias construyó su propio Oriente, un Oriente vivo y dinámico, pero en cierto modo también imaginario.