EL PROFESOR ARISTEGUI PUBLICA EN LA REVISTA "INVESTIGACION Y CIENCIA"

03 Jul 2003

03/07/03

El profesor de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Javier Arístegui, ha publicado un artículo de divulgación científica sobre la función de la respiración en las profundidades oceánicas en la revista "Investigación y Ciencia", que es la versión española de la prestigiosa "Scientific American". Este artículo está firmado en colaboración con dos miembros del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados de Baleares, Carlos M. Duarte y Susana Agustí. Javier Arístegui pertenece al Departamento de Biología e imparte docencia en la Facultad de Ciencias del Mar.

El artículo se inicia con la agria polémica que hace poco más de un siglo mantenían los científicos sobre la existencia de vida en las profundidades oceánicas. A mediados del siglo XX ya se logra aislar bacterias en aguas muy profundas, lo que demostraba que había vida desde la superficie hasta el fondo de los océanos.

Sin embargo, no ha sido hasta hace poco cuando se ha reconocido que el océano profundo desempeña un papel clave en la regulación del dióxido de carbono (CO2), el principal gas de invernadero, y por tanto en el clima del planeta. El océano constituye la mayor reserva de carbono activo de la biosfera con aproximadamente 50 veces más carbono que en la atmósfera.

Así, los investigadores señalan que con los resultados obtenidos se observa que la respiración integrada en las profundidades oceánicas (desde 200 metros hasta el fondo) es muy superior a lo que se presumía, produciendose su mayor tasa (entre un 70% y un 90%) en la franja entre 200 metros y 1000 metros. Esta zona de "penumbra" constituye un filtro más o menos eficaz al transporte de materia orgánica hacia las profundidades abisales.

La importancia de este hallazgo científico radica en que cuanto más profundo se respire la materia orgánica, más tiempo permanecerá el CO2 respirado almacenado en el interior del océano, sin entrar en contacto con la atmósfera.

Javier Arístegui, Carlos M. Duarte y Susana Agustí afirman que se ha abierto un apasionante campo de investigación para los próximos años y que el estudio de los procesos ecológicos que tienen lugar en el océano profundo es el reto que se tiene que abordar de forma imperativa en el siglo XXI. No en vano, el organismo internacional encargado de coordinar los estudios sobre el clima, el Panel Intergubernamental de Cambio Climático, llamaba la atención de la comunidad científica por la escasez de datos reales sobre distribución y flujos de carbono en el océano, necesarios para validar los modelos de predicción climática basados en el ciclo del carbono en la biosfera.