El Grupo QUIMA de la ULPGC logra que España aumente su liderazgo en la red europea ICOS que mide el CO2 en el océano

17 Nov 2023

La línea de observación oceánica del dióxido de carbono de CanBIO, CanOA, que estudia las aguas desde Canarias hasta Barcelona, ha conseguido la acreditación como estación oceánica Clase 2, dentro de la Red Europea de Observación del Dióxido de Carbono (ICOS ERIC). Esta certificación se consigue tras superar una evaluación con un control riguroso de calidad de las medidas de CO2, temperatura y salinidad del agua de mar que debe sobrepasar unos límites de precisión muy específicos, para así poder alcanzar ese certificado de calidad. Esta línea de observación del Proyecto CanBio es la única de España de estas características en el programa internacional.

CanOA tiene el objetivo de estudiar el proceso de acidificación oceánica instalando el equipamiento científico en barcos convencionales para la recogida de datos. Siguiendo las líneas voluntarias de observación (VOS), las mediciones se toman de manera automatizada durante los recorridos.

España entró en esta red en el año 2022 con dos estaciones: la atmosférica en IZAÑA, mantenida por la AEMET, y la estación oceánica CanOA, operada por el grupo de Química Marina QUIMA del Instituto de Oceanografía, Cambio Global (IOCAG) de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) en el marco del proyecto CanBIO. Esta última es la única de España con estas características; medidas de CO2, temperatura y salinidad del agua de mar, en el programa internacional y al obtener la CLASE 2 se indica que esas tres variables superan esos controles de calidad.

En la actualidad, el grupo QUIMA está incorporando sensores de medida de oxígeno disuelto y de la alcalinidad del líquido, que es una medida de la capacidad del agua para neutralizar los ácidos, como el CO2, con lo que se espera que en breve pueda pasar a CLASE 1, al aumentar el número de variables en las medidas.

La acreditación es un reconocimiento a la trayectoria del Grupo QUIMA (IOCAG, ULPGC) que comenzó a estudiar, en 1995, el papel que juega el cambio climático en la incorporación del dióxido de carbono procedente de la actividad humana en el mar. Sus medidas en la Estación Europea de Series Temporales Oceánicas al norte de Canarias, ESTOC, que acaba de entrar este año 2023 en ICOS-ERIC, y con sus estudios usando barcos voluntarios de observación desde el año 2005 entre Reino Unido y Sudáfrica han conseguido grandes avances en el recabamiento de datos.

El establecimiento de esta red supone un avance importante para Canarias en el marco de la generación de conocimiento y la transferencia del mismo sobre el impacto del cambio climático en nuestra región. Además, ayuda a entender las condiciones del océano para poder desarrollar nuevos sistemas y sectores, como por ejemplo el de la Economía Azul. La línea CanOA opera en el buque Jona Sophie de la empresa Reederei Stefan Patjens y gestionada en España por Nisa Maritima.