Fernando Bruquetas interviene en las II Jornadas de Historia de Teguise

22 Nov 2016

Don Gonzalo Argote de MolinaLos profesores de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), Manuel Lobo y Fernando Bruquetas de Castro, intervendrán en las II Jornadas de Historia de Teguise con una exposición titulada ‘Don Gonzalo Argote de Molina, hombre de letras y armas’, que tendrá lugar el viernes 25 de noviembre, a partir de las 20 horas, en la Sede de la UNED en Arrecife (Lanzarote).

 Estas II Jornadas de Historia de Teguise, que llevan como lema Teguise, 600 años de historias, tendrán lugar durante el curso 2016-17, para rememorar los 600 años de la fundación de la Real Villa de San Miguel Arcangel de Teguise. Este evento se enmarca en el programa conmemorativo de los 600 años que ha preparado el Ayuntamiento de la Villa. En este ciclo de conferencias, y con el concurso de reputados especialistas, se irán conociendo las biografías de personalidades importantes en el devenir histórico de Lanzarote para acercarse a la evolución económica, social, política o cultural de esta isla desde el siglo XV hasta la actualidad. 

En estas mismas jornadas intervino a finales de octubre el Catedrático de la ULPGC Manuel Lobo Cabrera, sobre el caballero normando Juan de Bethencourt.

Gonzalo Argote de Molina (Sevilla, 1548-Las Palmas de Gran Canaria, 20 de octubre de 1596) fue un militar, poeta, historiador, filólogo, anticuario, heraldista y genealogista español. En 1564 participó en la conquista del Peñón de Vélez de la Gomera. En 1586 vuelve a las Islas Canarias para casarse en Lanzarote con Constanza, hija del primer marqués de Lanzarote Agustín de Herrera y Rojas. En esta isla mandó construir en 1588 el convento franciscano de Teguise, del que sólo queda la iglesia, un templo que fue dedicado a Nuestra Señora de Miraflores. Defendió Lanzarote del ataque argelino de Morato Arráez en 1586, quien capturó a su esposa y a su suegro, que tuvieron que ser rescatados por Argote pagando una importante cantidad de dinero, y participó en la defensa de la isla de Gran Canaria del corsario Francis Drake de 1595. Poseyó una gran colección de antigüedades (colección de retratos, armas, monedas, animales disecados, piedras y libros antiguos). Su afán de coleccionista de arte convirtió su casa en un importante museo, tanto que fue visitado por el rey Felipe II en 1570.