El diario El País recoge la investigación de las dunas de Maspalomas del grupo de Procesado de Imágenes y Teledetección de la ULPGC


El suplemento Retina del diario El País, especializado en ciencia y tecnología, publica un reportaje titulado ‘Siga a esa duna: cómo salvar un ecosistema por tierra, mar y aire’, en el que hacen referencia al trabajo desarrollado por el grupo de investigación de Procesado de Imágenes y Teledetección de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC).

El Dr. Francisco Eugenio, responsable de este grupo adscrito al Instituto Universitario de Oceanografía y Cambio Global (Iocag), explica su participación en el proyecto Masdunas, cuya primera fase concluyó en diciembre de 2019, donde el apoyo de tecnologías adaptadas a las necesidades del terreno ha sido clave desde el inicio. Los avances en técnicas de teledetección y procesamiento de datos abren la puerta a niveles de monitorización y gestión medioambiental impensables hace unas décadas.

Señala El País que los avances técnicos de estas tareas han estado en la agenda de Francisco Eugenio durante los últimos 25 años. “En el año 2015 conseguimos medir desde satélites a 700 kilómetros de altura qué es lo que hay en el fondo del mar y cuál es la batimetría (distribución de plantas y animales en diversas capas) o la calidad del agua”, comenta. De estas mediciones pueden derivarse los efectos del clima, la presión antropológica, el turismo… Ese fue uno de los logros del proyecto nacional ARTeMISAT I, que también aplicó estos sistemas en las Cañadas del Teide y las dunas de Maspalomas.

En su segunda edición, ARTeMISAT II, este proyecto de análisis de recursos terrestres y marinos mediante el procesado de imágenes de satélites de alta resolución ha pasado del uso de sensores multiespectrales a incorporar sensores hiperespectrales: los primeros suelen operar con un máximo de siete bandas espectrales, los segundos alcanzan las 150. “Es como la diferencia entre ver 64 colores y 256”, resume Eugenio. Donde antes solo se podían recoger unas pocas variables, entra ahora un abanico de mediciones que permiten profundizar mucho más en la caracterización del ecosistema: detectar y ubicar especies invasoras, determinar la calidad del agua, identificar variedades de una misma especie, conocer el estado de salud de la vegetación.