Dos investigadores titulados por la ULPGC que trabajan en Francia publican sendos trabajos de investigación sobre el cambio climático y el océano

03 Oct 2022
Dr. Yeray Santana
Dr. Alejandro Ariza

•    Los Dres Yeray Santana-Falcón y Alejandro Ariza realizaron el Doctorado en Oceanografía en la ULPGC y trabajan en MetéoFrance y el Institut de Recherche pour le Développement, respectivamente
•    Han estudiado cómo afecta el cambio climático al océano y a los ecosistemas marinos y la fauna oceánica, respectivamente
•    Los organismos oceánicos se verán afectados por el cambio de temperatura, con impactos severos por debajo de los 50 metros
•    La fauna oceánica disminuirá a finales de este siglo entre un 3 y un 22% lo que supondría un riesgo alimentario a escala global

Dos egresados de la ULPGC, titulados en el Doctorado en Oceanografía de la ULPGC y actualmente trabajando como investigadores en Francia, publican en este mes de octubre sendos artículos de investigación en la prestigiosa revista Nature Climate Change. 

Ambos doctores, Yeray Santana-Falcón y Alejandro Ariza, estudian cómo afecta el cambio climático al océano, a los ecosistemas marinos y la fauna oceánica, respectivamente. 

Por un lado, el Dr. Yeray Santana-Falcón y su equipo de MétéoFrance han evaluado el impacto del cambio climático sobre los ecosistemas marinos teniendo en cuenta su ambiente térmico, es decir, el rango de temperaturas en el que pueden vivir y desarrollarse los organismos que lo habitan. 

Hasta ahora, este impacto ha sido evaluado considerando únicamente cambios en la temperatura de la superficie oceánica. En este nuevo trabajo se utilizaron datos diarios de temperatura recogidos desde superficie a 1000 metros de profundidad en seis estaciones de observaciones oceánicas para conocer los ambientes térmicos a los que los organismos están actualmente adaptados. 

Posteriormente, los autores usaron proyecciones climáticas para evaluar por primera vez cómo estos ambientes térmicos se desplazarán en el futuro. Esta nueva aproximación revela que los impactos más severos se producirán por debajo de los 50 metros de profundidad, algo que hasta ahora había sido ignorado por la ciencia. 

En algunas zonas, incluso antes de que finalice la presente década, los límites inferiores de los ambientes térmicos superarán las temperaturas actuales más altas. Esto supondrá que multitud de especies se verán forzadas a adaptarse a un ambiente térmico completamente nuevo, o a desplazarse hacia zonas donde las condiciones sean más idóneas. 

Afortunadamente, el estudio también indica que dichos impactos pueden retrasarse algunas décadas si se reducen las emisiones, dotando así de más tiempo a los organismos para adaptarse o migrar. Este trabajo pone de relieve la urgente necesidad de acometer acciones de mitigación de cambio climático si queremos preservar un océano saludable y diverso. 

Por otra parte, el Dr. Alejandro Ariza y su equipo del Institut de Recherche pour le Développement han proyectado la distribución de la fauna oceánica a finales del presente siglo. La novedad radica en que por primera vez no se trata de una simulación del ecosistema, sino que han utilizado observaciones de fauna oceánica a nivel global, algo que solo ha sido posible mediante sónares submarinos y el esfuerzo internacional de numerosas expediciones científicas alrededor del planeta. 

Gracias a esto los autores han podido relacionar la distribución de esta fauna con el clima actual, lo que ha permitido construir un modelo para hacer proyecciones con futuras condiciones climáticas. Los resultados no son alentadores. Si continuamos con el ritmo de emisiones actual, el calentamiento global a finales de siglo supondrá una expansión de los grandes giros oceánicos en detrimento de las zonas más productivas. El crecimiento de estos desiertos hará disminuir la fauna oceánica a nivel global entre un 3 y un 22%. 

Estas proyecciones—que son muy conservadoras—tendrán graves consecuencias ambientales y sociales. Por un lado, estos animales participan en el secuestro de carbono atmosférico, contribuyendo a la mitigación del calentamiento global. Por tanto, si las proyecciones se cumplen, estaremos en un bucle de retroalimentación negativa: cuanto más decaiga la fauna oceánica debido al calentamiento global más se acelerará este calentamiento. 

Por otra parte, estos animales forman parte de la red trófica marina y son consumidos por las especies comerciales que explotamos. Es decir, el declive de fauna oceánica supondría un riesgo alimentario a escala global. 

Afortunadamente, existe un escenario más halagüeño. De acuerdo a sus proyecciones, si conseguimos contener el calentamiento global por debajo de los 2°C, el impacto en el ecosistema marino se reduciría a menos de la mitad. 

Ambas publicaciones están incluidas en el número de octubre de la revista científica ‘Nature Climate Change’. 

Los investigadores, formados en la ULPGC, consideran que el resultado de su trabajo es de especial interés en España, y en Canarias en particular, debido a la situación comprometida en cuanto a proyecciones climáticas y también por la alta dependencia de recursos marinos.