Martes de la risa: "La casa encantada: domótica con humor"

La casa de uno ha sido siempre una especie de lugar sagrado, un recinto de nuestro uso exclusivo donde nos movemos confiados y seguros. Todo se ha ido desarrollando a un ritmo demasiado rápido como para poder entender los cambios. De una forma especial lo referente a las tecnologías que afectan a nuestro entorno cotidiano: electrodomésticos, sistemas de seguridad, vigilancia y lo más complicado aún: los sistemas de control de esos sistemas. Con la voz podemos dar órdenes, encender la luz o cambiar de canal… Claro que todo esto nos obliga a disponer de un buen ramillete de contraseñas y claves de acceso para poder activar o desactivar cosas. Domus, casa, se convierte en domot (domus y robot) y la domótica la disciplina que los estudia y organiza. Quizás está a punto de llegar el momento en que en vez de ama de llaves vamos a tener una ama de contraseñas. ¡Ah! y todo esto con un salteado de términos anglosajones… ¿acabaremos “sajosnados”?