La ULPGC colabora en el estudio realizado por el IEO sobre la recuperación del Mar Menor en Murcia

Imagen de la zona de estudioLos investigadores de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), Francisco José Machín Jiménez (Departamento de Física), Juana Magdalena Santana Casiano (Grupo QUIMA-ULPGC) y Melchor González Dávila (Grupo QUIMA-ULPGC), colaboran en un estudio del Instituto Español de Oceanografía (IEO) en el que apuntan a la recuperación del Mar Menor (Murcia) a corto o medio plazo. 

Concretamente, el proyecto se titula “Estudio Oceanográfico Integral de Alta Resolución de la Laguna Costera del Mar Menor, Murcia” y acaba de hacerse público el primer informe del mismo (Campaña MM1116 - Otoño), en el que colaboran más de una docena de investigadores de los centros oceanográficos del IEO en Canarias, Málaga, Murcia y Madrid junto con científicos de la ULPGC y DC Servicios Ambientales. 

El proyecto, que fue encargado en julio de 2016 por la Región de Murcia con el objeto de recibir asesoramiento sobre los aspectos generales y específicos relacionados con el proceso de eutrofización (aporte más o menos masivo de nutrientes inorgánicos en un ecosistema acuático) que experimenta el Mar Menor, consiste en la realización de un Estudio Oceanográfico Integral de alta resolución en esta laguna costera que permita obtener información precisa que contribuya de forma significativa al conocimiento científico básico y transversal sobre el funcionamiento hidrodinámico e hidrográfico de la laguna, así como la naturaleza geológica y biológica de sus fondos, dado que no existen precedentes de un estudio oceanográfico a esta escala en el Mar Menor. 

Los científicos han elaborado una exhaustiva descripción de los trabajos realizados y termina con 20 conclusiones provisionales y algunas recomendaciones. Aunque las conclusiones del informe publicado, correspondiente al periodo de estudio del 18 de noviembre al 2 de diciembre de 2016, aún no son definitivas porque no contemplan todo el ciclo estacional, los investigadores apuntan que el Mar Menor no presenta procesos de anoxia (disminución del oxígeno), aunque observan cierto déficit en la concentración del oxígeno disuelto con la profundidad, así como una zona sensible a eutrofizarse en la cubeta sur de la laguna, dónde han encontrado los niveles más bajos de oxígeno. 

También destacan la elevada turbidez de la columna de agua, debida principalmente a las elevadas concentraciones de material orgánico relacionado con la productividad fitoplanctónica y la descomposición del material vegetal fragmentado. Los investigadores también han detectado un aumento en la tasa de renovación del agua (de 5 a 15 meses), así como en la profundidad media del mar Menor, señalando un crecimiento de 0.28 metros respecto a la última batimetría realizada en el 2008 (y que permanecía invariable de 1990), siendo la posible causa de la misma la deforestación de las praderas submarinas

Desde el punto de vista hidrodinámico y a raíz de los resultados preliminares del primer informe, los científicos apuntan que el sistema lagunar podría tener capacidad propia para revertir las condiciones actuales

Esto podría suponer dos implicaciones importantes:

a. Que no serían necesarias medidas artificiales adicionales de ingeniería, como la apertura de las golas existentes u otros canales. Actualmente, las Encañizadas y Marchamalo tienen una contribución mínima a la tasa de renovación lagunar y la apertura de nuevos canales podría tener incluso consecuencias más negativas para la preservación del ecosistema marino del Mar Menor tal y como lo conocemos.

b. Que podrían observarse síntomas de reversibilidad y mejora de las condiciones del Mar Menor a corto o medio plazo (siempre y cuando se produzca una eliminación efectiva y significativa de los aportes terrígenos procedente de la agricultura local) 

Los investigadores también señalan que el Mar Menor es un sistema complejo que debe ser estudiado con mucho más detalle estacional y anualmente, desde un punto de vista físico-químico, biológico y geológico, ya que este sería el único modo de, desde los organismos de investigación, dar a las administraciones públicas competentes una respuesta con criterio científico a los interrogantes existentes actualmente sobre el funcionamiento del sistema y su evolución.